diciembre 15, 2012

An Awfully Big Adventure

"I thing I'm getting the hang of fucking"



Al igual que Pretty Baby, esta película -creo yo- no es muy conocida y tremendo error. Quizá no es de las más grandes producciones del señor Mike Newell, pero sí es una buena adaptación de la novela del mismo título de Beryl Bainbridge, (que no he leído).

La historia recae en una adolescente llamada Stella Bradshaw quién es criada por sus tíos debido al abandono de su madre y de su padre durante la segunda guerra mundial.
 Stella anhela trabajar en el teatro, por lo que se dedica a ensayar sus líneas hasta el día del casting. Ahí se enamora del director, un engreído homosexual (Hugh Grant), quien obviamente no la toma en cuenta para la obra próxima, Peter Pan, sino sólo como su asistente. 




 Ya envuelta en éste mundo, Stella comienza a despertar al llamado de su sexualidad (Oh benditos 16), sin embargo no se le hace con el director, sino con uno de los actores principales de la obra, P.L O'Hara (Allan Rickman) quién llega a la ciudad a despertar cierto interés en ella y viceversa.




Pronto comienzan a tener una relación únicamente sexual, por parte de Stella; mientras que P.L O'Hara comienza a sentir una extraña conexión con ella ya que le recuerda a un amor que dejó años atrás en la misma ciudad, con quien engendró un hijo.





Pero ¡oh destino!, el título del libro es una referencia de la novela original de Peter Pan, donde el mismo Peter dice: To die will be an awfully big adventure. Y para sorpresa de los personajes, (y de nosotros)  el final del filme en realidad es eso.

Un día P.L O'Hara descubre que el hijo que creía haber tenido años atrás, en realidad era una niña y de ahí, todo mal...


Este tipo de películas medio "creepys" me gustan mucho, primero porque están bien contadas, segundo porque tiene buenas actuaciones y una fotografía bonita, aquí, por ejemplo, nos retrata al Liverpool de los años 40's.
Y como bonus,  me encanta el vestuario, tanto de Stella y las demás mujeres que aparecen, como de Grant y Rickman que estoy segura varios de ustedes quisieran tener uno de los suéteres o gabardinas que aquí nos modelan..

Otra de las cosas que me gustó bastante y que me sacó más de una carcajada, son los diálogos inocentes de Stella y O'Hara cuando están en la cama; así como también una de las escenas clave cuando Stella frecuentemente habla por el teléfono público con su mamá para contarle y ponerla al día de lo que hace, y de pronto descubrimos (público) que en realidad las llamadas eran a una contestadora que decía la hora.


 Just with practice, like an ukulele...


Y qué tal, ¿ya la vieron?




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